Jardín De Infantes María Montessori de

Wilde

Excelente jardín. Si lo hubiese conocido antes, sin dudas hubiese mandado a mi hijo más grande ahí. Como docente y como mamá los recomiendo con los ojos cerrados: docentes, directivos, personal no docente, super atentas a las necesidades de cada uno/a, no sólo niños/as sino también adultos/as.

Al Jardín no me quedan más que palabras de agradecimiento, me emociona a pensar que fui una de sus primeras alumnas, allá por 1981, y también en pleno comienzo de pandemia, cuando mi hijo de 4 añitos con discapacidad comenzaba, la incertidumbre era el doble para mí, nadie sabía que pasaría, ahí estubo mi Jardín para contenerme y asesorarme cada vez que lo necesité, los papás que vivieron algo similar sabrán a qué me refiero con encontrar un Jardín que contenga y que incluya de verdad. Me gustaría compartir mi perspectiva como ex alumna, siempre viví un ambiente de aprendizaje donde se abrazaba la diversidad y el cuidado e inclusión de niños con discapacidad en una época en la que el sistema educativo aún no ofrecía el apoyo adecuado como hoy existe, los Acompañantes Terapéuticos o Maestras Integradoras, eso, simplemente no existía. Allí estaba Mirta, mi seño de salita de 3, que corría detrás de todos, un Jardín que trató desde siempre y hasta el día de hoy con el amor y respeto y calidez que merecen todos los niños. Por eso siempre que pueda voy a recomendar el Jardín Maternal María Montessori, por regalarme los mas lindos recuerdos en mi infancia y por orientarme como mamá en tiempos de pandemia. Sólo decir gracias, siempre lo recordaré con mucho amor.

Lo que me enseñaron en este jardín me quedó para toda la vida. Como lavarme bien las manos, como como atarme los cordones, como compartir, modales. Los mejores valores, super recomendado!

Ex alumna del jardín. Me costó muchísimo adaptarme al jardín de chiquita, pase por otros jardines y siempre me sacaban por lo mucho que lloraba, pero en este jardín pude quedarme. La directora fue extremadamente paciente conmigo, al igual que la maestra que me tocó y lograron que me gustase ir al jardín. Ahora tengo 18 años y puedo asegurar que nunca tuve mejores directivos que cuando estuve en este jardín. Muy pacientes, excelentes personas, dulces y detallistas. Me enseñaron los mejores valores y me ayudaron a adaptarme pacientemente. Súper recomendado.