Las técnicas de estudio son todas las herramientas que utilizamos para aprender más rápido y mejor. Nos ayudan a memorizar la información y a ser más productivos cuando estudiamos.
Según la investigación elaborada por Soto y Rocha para la revista Innova Educación, Hábitos de estudio: factor crucial para el buen rendimiento académico, la utilización de técnicas de estudio y la incorporación de hábitos adecuados son esenciales para sacar buenas notas.
Sin embargo, todavía hay muchos estudiantes que no las ponen en práctica. ¿Tus hijos no usan técnicas de estudio? No te preocupes, en este artículo te contamos cómo usar cinco de las mejores técnicas para que tus hijos empiecen a ser eficientes en el estudio.
5 Técnicas de estudio para sacar mejores notas
Como te hemos contado anteriormente, las técnicas de estudio son todos los métodos y estrategias que se pueden utilizar para retener la información. Cada persona aprende de manera diferente, por eso existen muchas técnicas y muy distintas entre sí. Se trata de encontrar aquellas que mejor se adapten a cada estudiante.
1. Jerarquía de colores
Esta técnica consiste en subrayar los apuntes siguiendo una jerarquía de colores. Elegiremos el tono según el tipo de datos que se esté resaltando.
Por ejemplo, para conceptos clave, el rojo; para definiciones, el azul; y para fechas, el verde. El cerebro se va a acostumbrar rápido a este código y va a ser más fácil memorizar.
Es una técnica muy eficiente si a tus hijos les cuesta seleccionar la información adecuadamente o son de esos estudiantes que lo subrayan todo.
2. El palacio de la memoria
Se trata de pensar en un lugar que se recuerde bien, por ejemplo, vuestra casa. Después, se asocia a cada cuarto un determinado concepto o dato a recordar.
Repasar lo que se ha estudiado es tan fácil como hacer un recorrido mental por cada una de las habitaciones y estancias.
Por ejemplo, en el salón podemos recordar los tipos de células, en la habitación principal sus partes, en la cocina cómo se reproducen…
3. Código fonético
El código fonético puede parecer difícil de aplicar, pero lo cierto es que una vez se le pilla el truco es muy útil para memorizar datos más complejos, como fechas o números. Consiste en transformar una cifra en una palabra que se pueda recordar más fácilmente.
¿Cómo? A cada número del 1 al 9 le vamos a asignar una consonante. Cada vez que veas ese número, podrás traducirlo por la letra que has fijado previamente. Después, solo tienes que añadir vocales entre cada una de las consonantes.
Por ejemplo, 129 podría sustituirse por C-D-N, si hubiésemos decidido que el 1 es una C, el 2 una D, y el 9 una N. Incorporando vocales intercaladas, nuestra palabra podría ser CaDeNa.
Esta técnica de estudio es muy útil si tus hijos sacan peores notas en asignaturas como historia o lengua, que suelen tener temas amplios en los que hay muchos datos relacionados con fechas y acontecimientos.
4. Esquemas (pero bien hechos)
Hacer esquemas bien no siempre es sencillo. A veces los estudiantes ponen demasiada información y acaba por ser más difícil entender lo que están resumiendo.
¿Cómo hacer esquemas correctamente? Una buena idea es aplicar la jerarquía de subrayado de colores que te hemos contado antes. Por ejemplo, si normalmente subrayamos los conceptos en rojo, entonces, los escribimos en el mismo color en el esquema.
5. Técnica Pomodoro
La técnica Pomodoro es muy útil si tus hijos tienen más dificultades para concentrarse o se distraen fácilmente con el móvil o el ordenador. Consiste en establecer tiempos para estudiar y tiempos para descansar. Así, por cada 20 minutos de concentración, pueden relajarse 5.
Una vez que hayan seguido el proceso tres o cuatro veces, se puede ampliar el tiempo de descanso en 10 o 15 minutos. Las primeras veces es conveniente que les supervises. Así te aseguras de que cumplen con los tiempos y van aplicando la técnica.
Beneficios de las técnicas de estudio
Las técnicas de estudio aportarán a tus hijos muchos beneficios en cualquiera de las etapas estudiantiles que le acontezcan (lo cierto es que en cualquier etapa de su vida…). En primer lugar, son muy útiles para mejorar el aprendizaje y hacer que sus horas de estudio sean más productivas. En otras palabras, conseguirán retener más información en menos tiempo.
Los seres humanos olvidamos muy rápido. De hecho, tal y como descubrió Hermann Ebbinghaus, al día siguiente podemos haber olvidado hasta el 50 % de lo estudiado. Sin embargo, si tus hijos utilizan diariamente técnicas de estudio, verás que su memoria aumenta considerablemente.
David Fuentes, CEO de Formación Ninja, ha conseguido que sus alumnos alcancen sus objetivos académicos gracias a las técnicas de estudio. David pasó de ser un estudiante de “aprobado raspado” a lograr un sobresaliente en su oposición de bombero.
¿Cómo? Gracias a su método de estudio. Se dio cuenta de que aplicando técnicas de estudio era capaz de memorizar de forma mucho más eficaz. El impacto de sus logros ha sido tan grande que ya son más de 10.000 los alumnos de todas las etapas educativas que han conseguido resultados gracias a su método.
Tal y como señala David, las técnicas de estudio ayudan también a mejorar el rendimiento académico. Aunque todavía hay mucho desconocimiento sobre las mismas, lo cierto es que cualquier estudiante puede empezar a aplicarlas y conseguir notas más altas.
En definitiva, aplicar técnicas de estudio y conocer las que mejor se adaptan a tus hijos tendrá un impacto muy positivo sobre sus notas. Si quieres que tengan un mejor rendimiento académico, solo necesitas contar con la guía adecuada: alguien que les enseñe a aplicarlas correctamente.