A la hora de escoger centro para los hijos, uno de los aspectos analizados por las familias es el nivel de exigencia académica del colegio, empleándose habitualmente como indicador la calificación obtenida por los alumnos en pruebas externas.
En este sentido, cobra especial protagonismo la prueba de acceso a la universidad (EvAU), concretamente, la nota media alcanzada por los alumnos del centro.
Ahora bien, cabe preguntarnos si la simple comparación de este dato numérico sirve para establecer qué centros consiguen sacar lo mejor de nuestros hijos e hijas. A lo largo de este artículo, pretendemos aportar algunos elementos que consideramos relevantes para que nuestra decisión de elección de centro sea lo más completa y acertada posible:
En primer lugar, la calificación en una prueba de este tipo no detalla el nivel previo del alumnado que el Centro presenta a EvAU: de esta manera, existen centros con criterios de acceso muy estrictos – siendo, quizás el caso más claro el de los Centros de Excelencia – y, por otro, centros que, por su ideario, consideran fundamental atender a la diversidad y matricular a los alumnos/as independientemente del nivel con el que hayan finalizado ESO.
Por otro lado, el análisis de estos resultados siempre se realiza en forma de nota media. Sin embargo, la media puede esconder fuertes desviaciones en el seno del grupo analizado. De esta manera, un centro que obtenga el máximo rendimiento de alumnos con excelentes expedientes puede ver mermado su promedio si, como decíamos anteriormente, matricula y presenta a EvAU a alumnado de todo nivel académico.
Finalmente, la calificación de pruebas como la EvAU puede ser especialmente compleja dado que no existe una única nota. Así, nos encontramos con:
Entendida como la media de las calificaciones obtenidas el día de la prueba en los exámenes de las cuatro materias del bloque obligatorio: Lengua Castellana y Literatura II, Historia de España, Primera Lengua Extranjera y la materia de modalidad (Fundamentos del Arte II, Latín II, Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II o Matemáticas II). Dicha nota oscilará entre 0 y 10, requiriéndose al menos un 4 en ella para que el alumno se considere aprobado.
Este indicador mide, por tanto, únicamente el rendimiento de nuestros hijos e hijas en los exámenes realizados el día concreto del examen.
Es por ello que es criticado por muchos expertos, porque no considera el trabajo continuo de los alumnos y alumnas durante los dos años de Bachillerato, solo valora cuatro materias y únicamente mide los contenidos curriculares que se preguntan con más frecuencia, menoscabando el aprendizaje significativo y competencial del alumno/a.
Obtenida como la media ponderada entre la nota del bloque obligatorio (40%) y la media de Bachillerato (60%). Podrá arrojar un resultado entre 0 y 10.
Este cálculo, por tanto, introduce el rendimiento de nuestros hijos e hijas durante los dos años de Bachillerato. Muchos centros lo consideran más apropiado, puesto que tiene en cuenta el trabajo diario y continuo del alumnado, y la evaluación de contenidos y aspectos fundamentales en su formación pero que no son evaluables en la temida EvAU. Además, es el que sirve como base para el cálculo de la nota de acceso a la universidad que se explica en el siguiente epígrafe.
Este cálculo resulta especialmente complicado de entender para las familias, pero no por ello es menos importante.
Se obtendrá sumando la Nota EvAU y las dos mejores calificaciones de las materias de la fase optativa, tras ponderarlas según su vinculación con los estudios de grado que nuestro hijo/a quiera estudiar. Esta nota de acceso a la universidad podrá alcanzar un valor máximo de 14 y es la que se emplea para determinar si un alumno/a accede, o no, a la Universidad. Es, asimismo, la más empleada en noticiarios cuando se destaca al alumno/a con la calificación más elevada.
Sin embargo, esta nota varía según la citada ponderación, por lo que su resultado puede ser uno u otro en función del grado al que quiera acceder el alumno/a. Es, por tanto, imposible emplearla para comparar centros.
Es por todo ello que se aconseja que el análisis de este tipo de medidores se realice junto con el Equipo Directivo de los centros, que podrán completar la información meramente numérica y resolver cualquier cuestión relacionada con ella.
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