Un aula multisensorial, o también conocida como aula de estimulación multisensorial o Atelier, es un espacio que cuenta con unas características y materiales determinados. Se trata de una herramienta educativa innovadora que optimiza su relación con el entorno y los aprendizajes para que los niños vivencien de una forma más real lo que se ha trabajado en el aula.
Habitualmente, cuenta con elementos como la música, las luces de colores, los aromas o las texturas, mediante los cuales los alumnos exploran, y disfrutan del mundo de los sentidos.
En las aulas multisensoriales infantiles se trabaja tanto la psicomotricidad fina como la psicomotricidad gruesa. Y para potenciar el desarrollo de los alumnos se suele trabajar en grupos reducidos.
Las aulas multisensoriales tienen como objetivo fomentar la estimulación de los sentidos del alumno a través de diferentes materiales y actividades sensoriales.
Hay múltiples estudios que demuestran que este tipo de aulas ayudan a mejorar la coordinación, la concentración y la relajación en los alumnos. Desarrolla el pensamiento lógico, fomenta el interés por la experimentación y la exploración, algo que es innato pero que si no se estimula desde edades tempranas se termina delimitando y frenando la creatividad y el pensamiento libre del niño.
Los alumnos adquieren una serie de aprendizajes basados en el descubrimiento y la experimentación.
Muchas aulas multisensoriales, como por ejemplo la del Colegio Santa María de la Hispanidad, se divide en espacios que diferencian distintos sentidos:
En el Colegio Santa María de la Hispanidad los alumnos tienen su horario de clase y durante algunas horas de la semana comparten este horario con la actividad en el aula multisensorial.
Al entrar, todos los alumnos deben quitarse los zapatos y colocarlos en los casilleros que hay en la entrada. De esta forma, pueden disfrutar del aula en todos los sentidos.
Una vez que todos los alumnos están descalzos, pasan a sentarse en círculo. La profesora hace una pequeña asamblea y divide a los alumnos en grupos pequeños para que cada uno pueda estar en alguno de los distintos espacios. Normalmente, están un periodo de tiempo limitado por la profesora en cada espacio para que, de esta manera, puedan aprovechar y jugar en todos los espacios durante el tiempo que están en el aula.
Una vez que todos los grupos han pasado por los diferentes espacios o la actividad guiada que corresponda, se da por finalizada la sesión. La profesora vuelve a sentarles en círculo, les pregunta qué tal lo han pasado, qué juguete, actividad, objeto les ha gustado más. Y, por último, vuelven a por sus zapatos y a su clase.
Los beneficios que se han podido ver durante un curso en los alumnos han sido muy buenos.
Con los niños de 3 añitos se han trabajado mucho las rutinas y se ha establecido muy bien cómo se trabaja en el aula para que poco a poco puedan ir disfrutando ellos solos de las actividades, rincones y juegos que hay en ella.
Mientras avanzaba el curso, se han podido comprobar los grandes beneficios en los alumnos:
Pero lo más notable ha sido comprobar cómo han aprendido a ver este aula como un tiempo de ocio y bienestar donde disfrutan, aprenden, juegan y se relajan.
¿Conocías los beneficios de un aula multisensorial?
Fernando Alegría Pacheco – LinkedIn
Director Pedagógico del Colegio Santa María de la Hispanidad.
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