Mens sana in corpore sano
Si, es una realidad; la Sociedad cada vez es más consciente de la importancia de cultivar cuerpo y mente para estar al 100%, además de prevenir enfermedades o sobrepeso. Alimentación y deporte llenan millones de líneas en las principales páginas de medios digitales e impresos, favoreciendo la aparición de mitos y las famosas dietas milagro. Gran parte de estos buenos hábitos pueden y deben darse dentro del comedor del colegio.
En Micole no somos amigos de las modas pasajeras ni de los extremos, recomendando siempre comer variado y productos lo más naturales posibles. No somos nutricionistas, pero sí es un tema que hemos explorado en profundidad tanto para nosotros como adultos como para nuestros hijos. Y queremos compartir contigo algunos consejos para identificar si tus hijos se están alimentando de forma óptima en el colegio.
Mejor si tiene cocina propia
Lo primero que debemos comprobar es si en el comedor del colegio de nuestros hijos sirven comida cocinada en el mismo colegio o no. Es un factor importante no sólo por la mayor frescura y menor probabilidad de contaminación de los alimentos, sino por la propia calidad de los mismos.
Nos hemos encontrado con cantidad de colegios que tienen el servicio de comedor subcontratado con una empresa de catering. Esto, en principio, no tiene porqué ser malo pero no nos engañemos, son negocios y lo que prima es el margen. El escenario habitual (por supuesto, existen excepciones) es el de una empresa de catering que cocina grandes volúmenes de alimentos para una red de colegios por un precio de venta ya fijado con estos. Estas empresas normalmente tratarán de minimizar el coste de los alimentos para así tener el máximo margen por menú servido.
Quien nada oculta, nada teme
Nuestro segundo consejo es fijarnos en la política de transparencia que tiene el colegio respecto de la alimentación de nuestros hijos.
Es una práctica cada vez más común, y que desde Micole aplaudimos, que los colegios cuelguen en sus páginas el menú que va a ofrecer todos los días del mes con sus correspondientes valores nutricionales.
Esto es doblemente útil para los padres ya que nos permite planificar una alimentación variada para la semana y, además, comprobar si realmente la comida del comedor del colegio que comen nuestros hijos es saludable.
El sello experto
Si nuestra caldera la revisa un técnico especialista, nuestra antena un antenista, el coche un mecánico y así sucesivamente, ¿porqué no vamos a buscar que algo tan importante como la alimentación de nuestros hijos esté validada por un experto?
Desde Micole animanos a los colegios a que busquen asesoramiento experto para sus menús en un nutricionista; de esta forma podrán estar seguros de que la alimentación que ofrecen es la adecuada.
Guerra declarada al vending
En este punto somos tajantes; ¡No a las máquinas de vending!
Aunque de vez en cuando se cuela alguna manzana o frutos secos naturales, que son un alimento excepcional para complementar las comidas principales del día, normalmente las máquinas de vending tienen un contenido nefasto para nuestra alimentación. Además, los productos que ofrecen son difícilmente resistibles para nuestros hijos, al tener todos un sabor artificialmente exquisito.
En estos productos nos encontraremos a los sospechosos habituales de una mala alimentación: azúcar, grasas saturadas, aditivos como el glutamato monosódico y un largo etcétera.
Y por último… estar pendientes y sentido común
Para finalizar nuestros consejos, te sugerimos prestar atención a la actitud, evolución física, mental, actividad, etc. de nuestros hijos y utilizar el sentido común.
Aunque de pequeños nos resulten más monos con unos kilos de más, el sobrepeso infantil es un asunto serio que puede acarrear secuelas crónicas. En España 1 de cada 3 niños entre los 7 y los 13 años tiene sobrepeso u obesidad infantil.
Según se desprende de este artículo, hay una clara correlación inversamente proporcional entre el nivel de riqueza y el porcentaje de obesidad de una población. Los países con mayor poder adquisitivo medio como Finlandia, Suiza, Francia tienen menos de un 15% de sobrepeso y obesidad infantil. Esto es inferior a la mitad que los países con menor poder adquisitivo como Chipre, Italia, Portugal y España. Lamentablemente, esto tiene su causa en que la comida basura y procesada (chocolatinas, bebidas azucaradas, snacks, etc.) es significativamente más barata que la fresca y natural (frutas, pescado, etc.).
En nuestras numerosas conversaciones con familias y colegios hemos comprobado que, a pesar de tener un grado de dificultad añadido, las familias cuya economía es más modesta también pueden asegurar una alimentación saludable para sus hijos. El motivo es sencillo, es más una cuestión de costumbres y formas de cocinar que puramente de coste de los alimentos.
Desde Micole queremos animar a todas las familias a prestar especial atención a la alimentación (en el comedor del colegio y fuera de él) de nuestros hijos, así como a inculcarles rutinas de ejercicio físico.
Esperamos haberte ayudado y nos encantaría que nos dejes un comentario con tus impresiones.