Instituto Santo Domingo de El Puerto de Santa

María

Cinco estrellas son pocas. El claustro es absolutamente maravilloso y se implica en las necesidades reales de sus alumnos. Tanto el personal docente como el resto de personal, son totalmente cercanos. Ha sido un gusto poder estar en este centro educativo.

Precioso arquitectonicamente hablando.

Yo estudie aqui haciendo el balchillerato laboral en los anos sesenta hice una nave the madera que pusieron en una vitrina en el patio central.

Atención inmejorable... Encantada de pertenecer a este Centro

Gran patio, aunque no estudie allí, me trae muchos recuerdos de mi época de estudiante, recuerdo toda la calle llena de motos.

Grandes recuerdos cuando estudiaba allí hace más de 20 años, muy buenos profesores y otros que dejan que desear, aún me acuerdo de un profesor "El potato" que siendo un gran divulgador en su materia , humilló en clase a un alumno que tenía problemas de autoestima, haciéndole burla de su aparato de dientes...Me arrepiento de no haber hecho nada ese día...en fin. Por lo demás un 10 de instituto.

Como antiguo convento es precioso, y como ies...pues como en todas partes, grandes profesores y pésimos q ya gracias a dios hace años q no estan. Una mención especial a Teresa la de Historia, q grande eres!!!

Como antiguo convento es precioso, y como ies...pues como en todas partes, grandes profesores y pésimos q ya gracias a dios hace años q no estan. Una mención especial a Teresa la de Historia, q grande eres!!!

Un instituto fuera de lo común por su antigüedad, su conservación del claustro es increíble, su patio y como no... sus fiestas de catas de vino, algo peculiar en el Puerto de Santa María. En general, todo bien organizado, bien mantenido y precioso de visitar si tenéis la gran oportunidad porque es enorme jejeje

Antiguo Convento del S.XVII construido bajo los auspicios del Duque de Medinaceli en la época floreciente del comercio con las Indias. Albergó el Aula de Estudios de Filosofia de la Orden Dominica. Tanto la fachada como su patio, son un ejemplo de la arquitectura Plateresca del XVIII. Actualmente Instituto de E.S. mantiene y conserva la belleza del efificio.