Gerard Gemma
No es nada fácil decidir a qué hogar llevar a los hijos/as porque deben tenerse en cuenta varios factores y es una decisión muy personal que se acaba basando en lo que ves y te cuentan. Por eso, por si puede ayudar a alguien en esta elección, no podemos estar de hacer esta reseña.
Las peonzas tiene todo lo que un niño necesita de una guardería, y más. Sólo tenemos palabras de agradecimiento.
En las peonzas hay una transparencia brutal en cuanto a la crianza de tu hijo, ¡puedes compartir ratos con él en su espacio, con sus compañeros, tienes contacto con educadoras, otros niños y familias y con la cocinera! Esto hace que se acabe creando un ambiente super guapo y de confianza que da mucha seguridad al niño. No tienes la sensación de dejar a tu hijo a un vecino o un desconocido, a ciegas, sino que es como si los dejaras con la tía, amistades u otras personas de confianza. Sabes que está en muy buenas manos y marchas a trabajar super tranquilo.
Educan desde el amor, el respeto y los valores. Para empezar, no hablan de adaptación sino de acogida porque consideran que tu hijo no debe adaptarse al espacio, sino que debe sentirse acogido. Esto es un pequeño ejemplo de que hacen las cosas de forma pensada, con algún motivo y por alguna razón, pensando en el beneficio de los niños.
En la etapa de la acogida ayuda muchísimo el hecho de que dejen que los padres formen parte, ya que facilita mucho que el hijo se sienta a gusto y lo viva de una manera más calmada, respetando el tiempo que necesite para hacer esta transición, sintiéndose seguro en un nuevo sitio.
Si das pecho, tienes un espacio y momento para poder hacerlo antes de dejarlo y eso ayuda a que se quede más calmado y respetando su tiempo.
Están muy actualizadas sobre la educacion de esta etapa, tanto a nivel de desarrollo personal de los niños, como de alimentación, como de sus necesidades tanto materiales como afectivas.
Personalmente, nos gusta que no duerman en cunas, que no apliquen el método estivill para dormirlos, que les den amor y cariño y se sientan acompañados y tranquilos.
Educan completamente aplicando la disciplina positiva y gestionan muy bien los conflictos que surgen entre los niños. Sólo estando por allí a acompañar al hijo o recogerlo, lo ves.
Encontramos muy positivo que respeten el desarrollo de cada niño. Es tan evidente que cada uno tiene su ritmo, que nos parece absurdo que en otros sitios se pretenda que todos tengan que crecer, madurar y desarrollarse a la vez. Ni todos los niños comienzan a comer a los 6 meses, ni todos empiezan a andar a los 12 meses, ni todos dejan el pañal a los 2 años. El hecho de que respeten el tiempo de cada uno hace que no haya presiones ni hacia ellos ni hacia la familia, que los niños se sientan respetados y seguros y que no se perturbe precisamente el ritmo de desarrollo de cada uno. Se limitan a acompañarles con mucho cariño y eso se agradece porque acaba reportando muchos aspectos positivos por ellos y les hace ganar seguridad en sí mismos y autonomía.
Tienen mucho contacto con la naturaleza y esto hace que los niños experimenten de primera mano con las diversas sensaciones que se pueden vivir al día a día con las cosas más cotidianas.
Prácticamente a diario tienes fotos y/o videos de lo que hacen y puedes ver cómo llegan a disfrutar y qué bien lo pasan todos juntos y con las actividades que hacen. ¡Es una alegría ver esto y confirma que están super bien!
En definitiva, podríamos seguir destacando muchísimos aspectos positivos más, pero lo resumiremos diciendo que estamos muy contentos y satisfechos con la elección, que sabemos que nuestro hijo está muy bien atendido, respetado y acompañado y que si tuviésemos que escoger de nuevo, repetiríamos , y que si tuviésemos que recomendar un hogar, sin lugar a dudas recomendaríamos este hogar.
Todas las educadoras y la cocinera son un amor. ¡Siempre formará parte de nuestra familia!
Mil gracias peonzas por todo lo que haces!! ❤️