Escuela Infantil Garabatos de Colmenar

Viejo

Para mí, está es la mejor guardería de Colmenar y cada euro invertido lo vale. Elena, la profersora de 0 - 1 años, es una persona con muchísima experiencia en el trato de niños. Les trata con mucho respeto, cariño y fomenta la curiosidad y el describimiento de la clase y los entornos. Siempre que he ido, he visto a los niños haciendo juegos diferentes, con diferentes objetivos (coordinación, motricidad fina...). He comprobado personalmente como Elena trata con mucho respeto y paciencia a los bebés Las instalaciones son realmente buenas. Tienen una variedad de espacios muy grande, todos adaptados para que los niños puedan explorarlos y jugar con el entorno. Las clases tienen muchas estructuras para hacer actividades diferentes, que cada día se pueden reorganizar para crear otros juegos. La comida es de primera calidad, con cocina y cocinero propios. Todos los ingredientes son sanos, las meriendas son también sanas y variadas y el menú mensual es muy completo. Me siento afortunado de poder haber encontrado plaza para mi hijo en esta guardería. Para mí, la diferencia económica entre otra guardería pública (que al final no es tanto), cubre con creces la calidad de Garabatos.

Más que una escuela, es un segundo hogar. Una pena que sólo tengan hasta los 6 años, porque nuestros dos peques han sido y son, muy felices allí. Respetan sus ritmos en todo momento, aprenden de una manera divertida, jugando, manipulando, aprendiendo a respetar y a ser respetados. Les han enseñado a expresar sus emociones sin ser juzgados, acompañados en todo momento. Son grupos reducidos, por lo que los peques NO son un número más, son conocidos por todas las educadoras que hay en la escuela. La comida es casera 100% y muy variada, para que puedan probar todo tipo de alimentos y texturas. Es una maravilla llegar por la mañana y oler la comida de ese día. Además el contacto con las educadoras es maravilloso, todas las inquietudes que tengas, están siempre disponibles para ayudarnos y guiarnos. Imparten talleres para las familias, para poder poner en común todas esas inquietudes y hacer actividades para conocernos a uno/a mismo.

Más que una escuela, es un segundo hogar. Una pena que sólo tengan hasta los 6 años, porque nuestros dos peques han sido y son, muy felices allí. Respetan sus ritmos en todo momento, aprenden de una manera divertida, jugando, manipulando, aprendiendo a respetar y a ser respetados. Les han enseñado a expresar sus emociones sin ser juzgados, acompañados en todo momento. Son grupos reducidos, por lo que los peques NO son un número más, son conocidos por todas las educadoras que hay en la escuela. La comida es casera 100% y muy variada, para que puedan probar todo tipo de alimentos y texturas. Es una maravilla llegar por la mañana y oler la comida de ese día. Además el contacto con las educadoras es maravilloso, todas las inquietudes que tengas, están siempre disponibles para ayudarnos y guiarnos. Imparten talleres para las familias, para poder poner en común todas esas inquietudes y hacer actividades para conocernos a uno/a mismo.

Garabatos sin duda la mejor elección que hemos podido tomar para nuestros peques, estaremos tremendamente agradecidos a las profes no sólo por cuidar y educar de ellos si no por enseñarnos a nosotros mismos... Muchas gracias garabatos

No sabría qué elegir entre todas las cualidades de esta escuelita... La pedagogía activa? El máximo respeto por cualquier persona, empezando por el niño y siguiendo por los necesidades de toda la familia... Quizás sea eso, garabatos es como una red familiar, que aporta mirada, escucha activa, v respeto por las necesidades, los ritmos, las personalidades.... El único fallo es que no haya primaria....

Garabatos Colmenar Viejo es, desde mi punto de vista, una escuela excelente por la calidad técnica y humana del equipo. Estas profesionales son capaces de acompañar a sus alumn@s desde la calma, el afecto tranquilo y la comunicación respetuosa siempre atendiendo a las necesidades de sus alumn@s y en función de sus posibilidades evolutivas. Su manera de observar, escuchar a los niños y trabajar en equipo les permite ayudales a progresar mediante sugerencias respetuosas y seductoras para que sean los pequeños los protagonistas de su propio desarrollo. (Pienso que hacen un gran trabajo fuera de aula en el que conseguir esto). El entrenamiento y trabajo personal del equipo posibilita que aborden los conflictos desde una mirada amplia, serena y respetuosa hacia los niños que les sitúa siempre en la parte de la solución y nunca agravan los conflictos. Esta misma calma, basada en la confianza de poder resolver las situaciones que vayan surgiendo, posibilita que el proyecto sea cercano, transparente, flexible, abierto y participativo con las familias que, además, reciben el apoyo del equipo educativo para comprender las necesidades y el momento evolutivo de los niños/as desde el respeto y sin juicio (acompañamos a nuestro hijo el tiempo que necesitó para adaptarse y vimos de primera mano y desde dentro esto que escribo) En el periodo de la educación infantil de nuestro hijo mayor hemos pasado por varios proyectos “respetuosos” y Garabatos Colmenar Viejo ha sido en el que de verdad hemos encontrado lo que buscábamos, incluido nuestros hijos, el mayor quería ir y el pequeño, viendo lo que era el cole, nos ha pedido llevarlo antes de lo que pensábamos. Ojalá lo hubiéramo encontrado antes. Mil gracias por vuestro trabajo

Una escuela que cambia, evoluciona, progresa y se renueva continuamente para adaptarse a cada uno de sus niños y acompañarlos en su crecimiento ofreciéndoles una enseñanza basada en el respeto a los más pequeños, a sus ritmos de aprendizaje, a sus intereses y a su necesidad de explorar, investigar, jugar, cantar, saltar, bailar, moverse... VIVIR y comerse el mundo!! Un lugar en el que crecer feliz ❤️

Para mí la mejor escuela a la que han podido ir mis hijos, ¡y no seguimos allí por que es sólo hasta los 6 años!. Elegimos esta escuela porque mi marido trabajaba en un centro deportivo donde acudían niños de diferentes escuelas infantiles a nadar, y veía una gran diferencia entre los niños de Garabatos y los niños de otras escuelas. Les veía mucho más autónomos, más seguros, con una forma de expresarse y de comunicarse entre ellos con mucho respeto, ¡para lo pequeñines que eran! y también se percataba de la atención y la escucha que las profes les profesaban, le llamaba muchísimo la atención , así que cuando nos quedamos embarazados él tuvo clarísimo que en cuanto el peque andase iría a esta escuela. Es un respeto tal el que tienen por cada niño y niña, dejándoles ser en cada momento, respetando sus ritmos, dándoles una autonomía que adquieren de forma natural que es impresionante. De mis hijos me han dicho que cómo era posible que tuvieran tanto vocabulario y que como se podían expresar con esa fluidez, al igual que les llamaba la atención como se vestían y desvestían ellos solos desde muy pequeñitos, como podían tener esa psicomotricidad fina tan precisa, y no es que sean más inteligentes, ni super niños, ni mucho menos, simplemente les hemos permitido, y aquí nos incluimos su padre y yo, experimentar, explorar, vivir cada una de sus emociones, equivocarse, caerse, levantarse, y por su puesto también nos hemos equivocado por que la vida es eso una aprendizaje diario donde hay días buenos y no tan buenos, pero lo que hay por encima de todo es pasión y Amor, y esto se nota en cuanto entras en la escuelita y hablas con su directora o con cualquiera de sus profes. No me canso de recomendársela a todo aquel que pregunta por una escuela donde dejar a su hijo o hija, para mí no hay otra mejor.

Garabatos es un lugar donde los peques disfrutan y aprenden y están encantados de venir. Las profes son geniales y la directora siempre atenta. Recomendable 100x100