Blanca
A la hora de escribir una reseña o evaluación, siempre me gusta ser lo más objetiva posible, y por eso suelo dejar pasar un tiempo para no escribirlas "en caliente", intercambiar opiniones y experiencias con otras personas, etc. Además, creo que es una tendencia bastante habitual la de sacar muchas faltas pero nunca hablar de las cosas buenas, porque suelen darse por sentadas. Así que creo que ya va siendo hora de que aporte mi testimonio como antigua alumna de la FP Técnico Superior Especialista en Radiodiagnóstico y Medicina Nuclear.
Es cierto que la formación no es barata, pero también que el Centro te da facilidades tanto a la hora de cómo y cuándo realizar el pago, como a la hora de tramitar becas.
Los profesores son profesionales del centro, tanto médicos como técnicos. Y aunque es cierto que eso obliga a hacer concesiones de vez en cuando con cambios de horario o simplemente de la hora de inicio o término de la clase, es cierto que la calidad del contenido que recibes es muy superior a la de otros centros. Si realmente te interesa aprender, te vas a dar cuenta una vez salgas al mundo profesional, de la formación tan completa que has recibido con respecto a otros compañeros. Cuentas, por una parte, con el conocimiento de primera mano de los médicos sobre las enfermedades y dolencias, y sobre los datos que ellos necesitan recabar para poder diagnosticar y tratar; y por otro, con la experiencia de técnicos que te dicen justamente cómo obtenerlos y además, cómo hacerlo de la forma más óptima para que el paciente tenga la mejor experiencia posible.
Para mí, además, una de las cosas más importantes es la ingente cantidad de horas de práctica hospitalaria con la que sales del centro: hablamos de más de 800 horas, frente a otras instituciones que tienen entre 200 y 500 horas. Y no sólo eso, la cantidad de equipos y de unidades por los que pasas es enorme y singular, dadas otras experiencias. Hablamos de salir sabiendo manejar equipos de rayos en el contexto de cita y de urgencia, telemando y ortopantomografía, TC, RM, distintos equipos de digital y de arco de quirófano, Unidad de Dolor, PET-TC, SPECT, varios mamógrafos, etc. Sumándole a todo ello el poder aprender a tratar adecuadamente a los pacientes y a adaptarse a sus necesidades (muchos centros no tienen prácticas hospitalarias, por lo que es algo a reseñar).
Claro que los equipos serán diferentes en otros hospitales e instituciones, pero conociendo la teoría y cómo aplicarla, en seguida te vas a adaptar a otros aparatos, porque los protocolos y técnicas son parecidos. Al menos así ha sido en mi propia experiencia.
Por último, me gustaría reseñar el respaldo tan grande que tienes en los tutores del centro y de las prácticas. Te ayudan a gestionar los trabajos dirigiéndote en la dirección adecuada, tienen una biblioteca particular muy interesante que consultar (no sé cuántos libros saqué yo para hacer mi trabajo de fin de formación), siempre están ahí para responder tus dudas, y (esto me parece importante) si les señalas algún aspecto que crees podría mejorarse, no sólo te escuchan y toman nota de ello, sino que realmente llevan a cabo acciones para hacerlo. Además, aún habiendo terminado la formación en el centro (y por lo tanto, ya no siendo su responsabilidad) siguen remitiéndonos por los grupos de clase ofertas de empleo, cursos que podrían sernos de interés, convocatorias de exámenes, etc.
Así que en conclusión: cada uno debería hacer la formación profesional donde mejor le convenga dadas sus circunstancias personales y laborales. Pero si estás valorando el realizarla en el Puerta de Hierro, por mi experiencia no puedo más que recomendarlo y decirte que adelante, porque al menos yo, no sólo no me he arrepentido, sino que me siento agradecida por haber podido realizarla allí.