Escuela Infantil Montessori Village Torrelodones de

Torrelodones

Mi hijo ha estado en el MOMA desde que tenía poco menos de un año. Estamos muy agradecidos con sus profesores y todo el personal; se ha convertido en un niño muy seguro, inteligente y resiliente y una gran parte de eso se debe al MOMA. Verlo regresar a casa todos los días después de haber aprendido nuevas palabras o formas de afrontar sus emociones fue increíble. No podríamos habernos sentido más en paz dejándolo allí cada mañana, sabiendo que está con maestros que realmente se preocupan por él y lo conocen. Mención especial a su maestra Carol, a quien mi hijo considera uno de sus mejores amigos.

Tengo 2 niños en esta escuela desde que apenas levantaban 2 palmos del suelo… Hoy en día levantan unos cuantos más… han crecido mucho físicamente, pero mucho más mentalmente… En MoMa han aprendido a convivir, a respetar, a comer saludable, a disfrutar, a leer, a escribir y a sumar (entre otras muchas cosas)… pero sobre todo han sido (y son) muy felices… Es el mejor regalo que hemos podido ofrecer a nuestros hijos… pero también el mejor regalo que hemos podido recibir los padres! Ahora el mayor esta en otra escuela (el tiempo vuela) y te das cuenta del frío que hace fuera de MoMa… Gracias a todo el equipo pedagógico y directivo por este proyecto tan tan especial del que he tenido suerte de formar parte… y que tanto ha cambiado la vida de mis hijos. Y la mía!

Mi hija ha cursado en Moma sus dos últimos años en Casa de Niños y ha sido una experiencia absolutamente maravillosa. Moma es mucho más que una escuela, es un lugar donde los peques se sienten en casa, donde el acompañamiento se hace a todos los niveles, cuidando los detalles, los ambientes (el jardín es extraordinario), los materiales, la comida... Los peques aprenden a su ritmo, desde el cariño y el respeto, pero siempre estimulados a seguir aprendiendo desde el disfrute y la motivación intrínseca. Gracias a sus proyectos mi hija ha aprendido sobre los planetas y minerales, sobre animales, plantas, cuidado del huerto, alimentación saludable o pintores como Picasso o Hilma Af Klint (entre otras muchas cosas), siempre llegando a casa entusiasmada, con ganas de seguir aprendiendo. Estos dos años han sido un verdadero regalo para mi pequeña (y para nosotros), en Moma ha florecido y, sobre todo, ha sido MUY FELIZ. Gracias Maru, Carmen, Andrea y todo el equipazo de Moma por hacer posible un proyecto tan especial ¡Os vamos a echar mucho de menos!

Gran escuela, el mejor regalo para cualquier niño. Aprender rodeado de amor y profesionalidad. Un 10 se queda pequeño para ellos.

Gran escuela ⭐ 100% recomendable

La mejor elección para nuestro hijo. Es impresionante lo que aprende y avanza cada día, descubriendo el mundo con el acompañamiento de sus compis y profes. La escuela está siendo un estímulo cotidiano para él. El cuidado y cariño de sus profes y de todo el equipo, el conocimiento de la evolución de los niños y niñas en cada etapa, la libertad y un muy especial cuidado de la alimentación, sana, dedicada a cada niño y riquísima, han hecho de MOMA un lugar fantástico y que nos da una tranquilidad total. ¡Muchísimas gracias!

Es una escuela maravillosa con un proyecto educativo muy bueno y todos los profesores grandes profesionales y comprometidos

El Moma es el cole con el que siempre soñé para Tirso. Un proyecto educativo que consigue niños autónomos,con herramientas emocionales y un plan de alimentación que hará de nuestros niños gente sensibilizada y con apertura mental.

Tengo dos hijos en la escuela, y los dos están enamorados con este colegio y con sus profesoras. Siempre hay un ambiente muy tranquilo y con mucho respeto a los niños y a sus ritmos. Estamos muy muy contentos.

Nuestra hija de dos años y medio ha empezado su primer año de escuela en Moma, tuvo una adaptación mágica, está feliz y nosotros más. Es alucinante ver como los enanos "trabajan" en la escuela, aprender a ser autónomos y descubren un montón de cosas guiados por sus profes. Un ambiente super cariñoso, muy familiar, respetando el ritmo de cada niño, sin prisas, haciendo las cosas bien.