Colegio International Montessori School Caracoliris (IMSC) de Alhaurín de la

Torre

Muy contentos con la elección de este colegio para nuestro hijo. Lo más importante, ver que cada día va feliz y sale con la sonrisa puesta. Es increíble ver cómo mi pequeñín ha ido desarrollando una autonomía y una seguridad en sí mismo siendo tan pequeñito que realmente asombra cuando le observamos comportarse en comparación con otros niños que van a otros coles con una metodología distinta. Valoro mucho también la atención personalizada de todo el personal de la escuela y de Comunidad Infantil y la observación exhaustiva que se hace de los pequeños en los primeros estadios de la vida. Me encanta que nos hayan dado la mano en el proceso para implementar en casa los avances que hacen en el colegio, ayudándonos y proporcionándonos herramientas para educar y para potenciar su desarrollo evolutivo también fuera del colegio.

Empezamos segundo curso con ells. Valoramos, por encima de todo, el trato cercano y familiar, que se hayan adaptado a nuestro hijo (de 3 años) e intenten, CADA DIA, hacerle sentir bien, que llegue feliz. Para nuestra familia es la mejor opción. Siempre GRACIAS.

Caracoliris es, sobre todo, un cole al que los niños van felices. Las docentes son geniales y los guían muy bien para que aprendan y saquen la mejor versión de ellos. También les ponen límites y le enseñan a cumplir las normas. La directiva está siempre pendiente de todo y te atienen muy amablemente. Ojalá todos los coles fuesen así.

Tuvimos una gran experiencia con Caracoliris. Nuestro hijo empezó allí cuando tenía 14 meses, justo después de la época del covid. Como todos los padres, estábamos muy nerviosos por dejarlo los primeros días, pero nuestras preocupaciones desaparecieron rápidamente cuando vimos lo rápido que se adaptó y cuánto amaba este nuevo entorno. A medida que pasaban los días y comenzamos a conocer más al equipo, los directores, etc. Nos dimos cuenta de que más que una escuela, era una comunidad, se sentía como una familia, lo cual fue increíble, especialmente cuando eres expatriado que no tener familia alrededor como nosotros. Tener que volver a trabajar, fue la mejor sensación de saber que mi hijo estaba en buenas manos, FELIZ, evolucionando en un ambiente rodeado de amabilidad y amor, y se le dieron los valores de vida que hicieron al increíble niño que es ahora. Y por eso siempre estaré agradecido.

Una escuela maravillosa, donde lo principal es respetar los ritmos del niñ@. Una de las cosas que más me gustan es que el personal sigue formándose y motiva q los padres a ser parte del proceso educativo de sus hij@s más allá de casa.

Tanto las directoras como el equipo docente se toman el tiempo de conocer a mis hijos y los tratan con un respeto y cariño, que muy difícilmente pondría encontrar en otro sitio. Las 5 estrellas son para el equipo!

Me atendió una joven muy amable