Colegio El Ardal de San Sebastián de los

Reyes

El Ardal es una escuela mágica. Un lugar maravilloso rodeado de naturaleza. Los profesores son muy cercanos y con mucha vocación. Lo recomiendo 100%

Tuve la suerte de realizar mis períodos de prácticas del Grado en Educación Primaria en El Ardal. Un colegio respetuoso en todos los sentidos, que atiende a cada uno de sus alumnos y alumnas por igual. El profesorado es maravilloso y el ambiente es inmejorable. Ha sido un placer realizar mis prácticas aquí. Os deseo lo mejor.

El colegio que hubiera elegido para mí mismo.

El Ardal es una Escuela única, además de estar enclavada en un entorno maravilloso, agrupa a l@s mejores profesionales en todos los ámbitos que podáis encontrar. Aman lo que hacen y lo transmiten desde el primer momento, arropando al niñ@ y a toda la familia con una cercanía y un cariño que te hacen sentir como “en casa”. Es un verdadero lujo que nuestros hij@s puedan disfrutar del juego en plena naturaleza, con un acompañamiento personalizado, atendiendo las necesidades especiales y respetando los tiempos de cada uno, con toda clase de actividades que les ayudan a descubrir el mundo, y les enriquecen en su crecimiento y desarrollo personal. No tengo más que palabras de agradecimiento y cariño para todo el Equipo del Ardal, especialmente para Ruth, Ana, Lekes, Susi, Belén, Laura e Isa, sois maravillosas, estamos felices de haberos encontrado y de compartir con vosotras.

Espacio de respeto, mimo y escucha donde se generan vínculos auténticos entre niños y maestros, haciéndolos extensivos a las familias y generando lazos y comunidad, tan especial como maravillosa... Otro nivel a muchos niveles y ojalá se extienda su modelo educativo a muchas escuelas y personitas porque pone el foco en lo que merece siendo una alternativa holística. Un regalo para nuestra vida y la de mis 2 cachorros que entraron siendo bebés y ya buscan nuevo camino en secundaria...queremos más Ardal! Agradecimiento infinito a toda la familia Ardalera por cada momento compartido allí y los que nos llevamos puestos en el corazón!!

El Ardal es una escuela maravillosa en un entorno increíble rodeado de naturaleza. Sus amplios espacios exteriores dedicados a los niños y su libre movimiento son un auténtico lujo. Los profesores son cercanos y con mucha vocación y dedicación. Los niños aquí son inmensamente felices y se relacionan con mayores y pequeños enseñándoles a respetarse y potenciando aún más su aprendizaje. Paloma, la directora, es una persona con una energía vital especial y su visión de la infancia hace que este proyecto sea tan mágico. Lo recomiendo a todo el mundo.

Un lugar donde se respeta la infancia y donde se mira a los niños y niñas con todo el amor y respeto que en estas edades es tan necesario. Sí sois una familia que pensáis que la gestión emocional ocupa un lugar importante en la educación de vuestr@s hij@s este es vuestro sitio, vuestra casa. Las maestras y maestros son muy especiales, y a parte de su calidad humana, están altamente cualificados. Paloma, la directora, en cuanto la conoces te das cuenta del porqué lleva tantos años funcionando El Ardal, defensora de la infancia y con una mirada sincera. Mis dos hijos han tenido la suerte de crecer en ese entorno y disfrutar de todo eso. Agradecidos de encontrar un sitio asi. ¡Os queremos!

Una escuela pequeña, única y sorprendente con excelentes maestros que provienen de un trasfondo de enfoques educativos alternativos. El aprendizaje se desarrolla en un ambiente donde existe una profunda conexión con la naturaleza con énfasis en la sencillez, la música, las artesanías, el deporte y la diversidad en la metodología de enseñanza. Se pone mucho énfasis en las necesidades emocionales de los niños y también en la compasión y la aceptación de la diferencia entre los niños, incluidos los niños con necesidades especiales. Además, la comunicación con los padres es excelente. Es muy recomendable.

Mi hijo ha pasado su etapa infantil en El Ardal, en un entorno familiar de cuidado sincero. Ha desarrollado su personalidad en lo social y adquirido seguridad en si mismo. Lo más importante: deseaba ir todos los días, con una sonrisa, por lo bien que se lo pasaba. Es una verdadera comunidad donde yo también me he sentido integrada como madre y mujer. Fué la mejor elección.

Un colegio maravilloso, en un entrono natural, el lugar donde hacen felices a los niños, donde les permiten tener una infancia digna y respetuosa, un recuerdo que se llevan para toda su vida, tanto ellos como los padres. Espero que los primos y futuros hermanos de mi hija, puedan disfrutar de este colegio unico cuando les toque, y que ya tengan secundaria en marcha para continuar en la dificil etapa de la adolescencia. Enhorabuena al equipo que lo ha hecho posible con mucho esfuerzo, y mis mejores deseos!